El pasado 10 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, en el cual se promueve los avances científicos y tecnológicos, hacia una perspectiva humana y sostenible.
Proclamado el 2 de noviembre del 2001 en la conferencia general de la UNESCO, este día, como todos los días que se celebran algo, sirve para visibilizar una necesidad, una meta y un deseo, el que “la ciencia esté al alcance de todos”.
La ciencia es la herramienta que el ser humano ha creado tanto para comprender el mundo que le rodea como para aplicar esos conocimientos en su beneficio. Los avances científicos nos permiten hallar soluciones para los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales con los que construir un futuro sostenible. La ciencia también tiene un papel en la construcción de la paz al fomentar la cooperación internacional para alcanzar el desarrollo sostenible.
Acercar la ciencia a la sociedad es fundamental para que los individuos tengan los conocimientos necesarios y, de esta forma, puedan elegir sus opciones profesionales, personales y políticas. Además, sirve para atraer a los ciudadanos hacia el apasionante mundo de la investigación.
Este derecho se encuentra en La Declaración Universal de Derechos Humanos
Artículo 27.- Derecho a participar en la vida cultural, artística y científica
Tienes derecho a participar en los beneficios derivados de la cultura, las artes y las ciencias de tu comunidad.
- Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.
- Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.
La importancia de la ciencia como derecho
Preguntarse cual es la importancia de la Ciencia como un derecho, es preguntarse si es necesario seguir mejorando la condición de vida de hombres y mujeres, la respuesta es obvia, no sólo es necesario, es imprescindible contar con ella ya que ha aportado todo lo que conocemos ahora, desde este medio digital a través de la informática, hasta las medicinas que se usan para las gripes que salen por estos climas. Todo lo que tenemos ha sido por la aplicación y gracia de miles de millones de científicos a través de la historia.
La ciencia, como derecho humano, no sólo garantiza el uso de ella, sino también el ser miembro que es parte fundamental de ella, un acceso para iniciar desde pequeños y terminar hasta cuanto la vida nos preste tiempo. Sin distinguir sexo, raza, procedencia y estructura moral, la ciencia es el recurso por el cual la humanidad puede ser más autosustentable.
Es por ello que al hacerla como norma social, no sólo es como tal un derecho, sino también una obligación el corresponder el atender, el conocer, el analizar y aportar a la misma. Tan fácil se puede aportar, con no usar aspectos que sean dudosos, acientíficos, fantasiosos y místicos como sustentos validos y reales para toda situación; tal como se observa con los antivacunas, terraplanismo, los que por ideología atentan con la salud de los demás, entre otros.